miércoles, 28 de enero de 2015

Momentos de cine: Brokeback Mountain (spoilers)


"Jack, I swear..." 
("Jack, te juro...")



Cuando murió Heath Ledger, todos coincidieron en alabar su papel póstumo como el Joker en "El caballero oscuro". Es una opinión que comparto totalmente, pero siempre me dio un poco de pena de que pocos se acordasen del otro gran papel que había interpretado sólo un año antes. Me refiero, por supuesto, a su gran Ennis del Mar de "Brokeback Mountain". Esta escena final es uno de los momentos más emocionantes del cine americano en los últimos años, y nos demuestra que Heath era muy grande. Y no sólo por el Joker.

 

sábado, 24 de enero de 2015

Relatos: EL VALLE DE IA DRANG

Y aquí os traigo por fin mi relato de corte más cinematográfico. Ambientada en el Vietnam de 1966, la historia nos cuenta una noche de celebración en medio de Saigón. Sí, sé que suena muy tópico, pero os pido que le deis una oportunidad.

No es ningún secreto que me encanta el cine y todo lo que tenga que ver con el medio audiovisual. Ya os comenté en la primera entrada del blog que supone mi mayor influencia a la hora de sentarme a escribir. Pero lo cierto es que, con el paso de los años, me he dado cuenta que esto también tiene su lado peligroso. Y es que resulta muy fácil dejarse llevar por los lugares comunes que tanto abundan en las películas. Y es que, estos 'tópicos' de los que os hablaba al principio, pueden arruinarte un relato que, hasta el momento de su aparición, te estaba quedando de fábula. Mirando escritos de hace siete u ocho años tengo la sensación de que lo único que hacía era reproducir en papel las escenas que me habían fascinado en la pantalla. Y claro, eso hace que te salga algo impostado, artificioso, lo suficiente para que no sea algo 'tuyo'.
Por eso, cuando me puse a escribir esta historia, traté en todo momento de aportar mi propia visión del tema sin caer en los clichés de las películas que había visto sobre el conflicto.  No estaba especialmente interesado en retratar tanto la locura de la guerra en sí, como  centrarme en aquellos que la integraban. Me planteaba que, antes de que los conflictos se profesionalizaran (al menos en occidente), aquellos que eran enviados a la guerra, no serían sino chavales recién salidos de la adolescencia, los cuales seguramente estarían más interesados en coches y en ligoteos púberes que en coger un fusil. No digamos ya  de los vietnamitas, agricultores muchos de ellos, atrapados en un conflicto en el que se mezclaban luchas internas y la absurda pelea ideológica del capitalismo frente al comunismo.
OPERATION "YELLOWSTONE" VIETNAM, Following a hard day, a few members of Company "A," 3rd Battalion, 22nd Infantry... - NARA - 530617Al coger el ordenador y escribir durante dos noches seguidas, empecé a obsesionarme con huir de los tópicos que podían convertir la historia en un desastre. No en vano, no he vivido nada parecido (por suerte), por lo que era muy fácil que cayese en los lugares comunes. Leído ahora, dos años después, creo que no lo conseguí del todo. Aún así, sigo teniendo un gran cariño por esta historia. Y con sus defectos, es de los relatos de los que me siento más satisfecho. Además, fue la primera vez que me apoyé en los diálogos de una manera tan importante, algo que, a día de hoy, hago en casi todos mis escritos.
Espero que disfrutéis de esta lectura, os sumerjáis en los personajes y me digáis que os ha parecido. Se agradecen las críticas y comentarios.

Y, aunque esto suene a tópico, gracias por dedicarme unos minutos de vuestro tiempo. (Y perdonad la inactividad de estos días).


El valle de Ia Drang          Escrito en 12- 2012 escuchando "Kashmir" de Led Zeppelin y "The end"  de The Doors

Jamás olvidaré el día en que el vicepresidente Humphrey mandó una carta en la que nos felicitaba por la labor realizada en pos de la liberación de la república del Vietnam. Para la mayoría de los chicos fue una velada de borrachera interminable que acabaría bajo las sabanas de alguna prostituta, pero para mí fue la noche en que encontré a Jim Woodsbury con su rifle metido en la boca. 

—¿Qué haces aquí? —Me dijo con voz seca. —¿Por qué no te das una vuelta por ahí?

Ni siquiera se giró. Allí estaba, sentado en el oscuro tocón de un árbol talado. Tenía el rifle de asalto apoyado en el suelo apuntando verticalmente a su cabeza. Las tenues luces de la cabaña a nuestra espalda, improvisado local de alterne, apenas reflejaban una suave luz amarilla sobre nosotros. Jim miraba en dirección contraria, con la vista perdida en la enormidad de la oscuridad selvática, así que no pudo ver cómo me temblaban las piernas hasta tal punto que tuve que hincar la rodilla para no caerme. Intenté ponerme en pie, pero el cuerpo no respondió. La cabeza me daba vueltas y la imagen de mi amigo se hacía cada vez más borrosa. 
“Mierda, demasiado whisky”, pensé mientras dejaba caer la botella junto a mí.

miércoles, 14 de enero de 2015

Colaboraciones: CUESTIÓN DE NARICES de David Martín García

"Big nose!" by Valerie (CC BY-ND-NC)
"¿Tengo la nariz grande, mamá?" preguntaba el ingenuo Brian (Graham Chapman) a su masculina madre en la genial película "La vida de Brian". "Oh, deja de pensar en el sexo. Siempre estás igual, ¿les gustará a las chicas?, ¿Es demasiado grande, demasiado pequeña?..."le contestaba ella con voz cavernosa. Y el pobre chico ponía cara de circunstancia, acomplejado de veras por el tamaño de su narizota.
Como a Brian, el personaje de este relato que nos trae David Martín, también sufre de complejo nasal. Pero, también como Brian, irá viviendo un periplo en el que se descubrirá a sí mismo, conocerá las amarguras de las flechas de cupido e incluso, será perseguido por fanáticos religiosos. ¿Coincidencia? ¿Casualidad? ¿La segunda venida de Brian?
Dejando de lado la broma, sólo recomendaros que leáis este divertido cuento, que sí, tiene ese aroma Python, pero, en el fondo es puro David Martín. Así que si tenéis ganas de unas risas, ya estáis tardando.

Y además, con esta historia, damos por finalizada la saga de las seis palabras. Gracias Ángel, Eugenia, Fernando y David, por dejarme mostrar vuestros maravillosos personajes en este blog. Nos vemos en el siguiente juego literario.

P.D.: Estos días está habiendo poco movimiento en el blog. Os pido un poco de paciencia que ahora es un momento complicado para tener esto actualizado. A partir de mediados de febrero espero meterle caña.

Seis Palabras (y IV) - "Cuestión de narices" de David Martín García

Todo comenzó con la perfecta rinoplastia que redujo a una dimensión y forma normales mi colosal y amorfo naso. A todo el mundo le metí la misma bola, que lo hacía porque me constipaba mucho, que no respiraba bien y toda esa zarandaja, pero la realidad era bien distinta. Me avergonzaba ver cada mañana frente al espejo esa flácida protuberancia que ocupaba media cara.

lunes, 5 de enero de 2015

Colaboraciones: RUFUS de Ángel Zurdo

"Groucho Marx" by Andre Vandal (CC BY-ND-NC)
Rufus T.Firefly era sin duda un tipo peculiar. En la hilarante película "Sopa de ganso" de los Hermanos Marx, era capaz de declarar una guerra al país vecino sólo porque había fantaseado con que iban a negarle un apretón de manos. "¡Más madera!" parece gritar el mismo Rufus en el relato de Ángel Zurdo. Y es que este relato no solo comparte con el filme el genial  personaje creado por Groucho, sino que además nos da una nueva visión del conflicto entre Libertonia y Sylvania. Para que os hagáis una idea, nos hallamos ante el documento secreto que otorga luz a las desavenencias entre los dos países.

No os digo más. Disfrutad de el humor irreverente de esta historia, tal y como ya hizo "la parte contratante de la primera parte..."

P.D.: Este relato pertenece a la saga de las seis palabras (egoísmo, congoja, escapulario, rinoplastia, onanismo y gratitud) del que ya hemos colgado "Juanetes", "Las vicisitudes de Obdulio" y "Carolina Vs. the Hipster".
Por cierto, si no habéis visto la película de los Marx, no sé a qué estáis esperando.

Seis Palabras (III) - "Rufus" un documento desclasificado por Ángel Zurdo

RE: El Congreso médico.

Señor Presidente del Gobierno de Libertonia, permítame que me atreva a dirigirme a Vd. Lo hago para darle traslado directo de los hechos acontecidos durante la clausura del XXV Congreso de Medicina Regenerativa y de los cuales, muy a pesar mío fui testigo. Créame, aunque yo no fuera sino un obligado espectador de los hechos que voy a narrar, me causa cierta congoja hacerle partícipe de lo que ocurrió.