“Cuando
Frank llegó a la librería, la cubierta de piel de aquel libro llamó su
atención. Parecía antiguo y olía a montaña. Se preguntó si sería el que andaba
buscando. “Algo que me saque de esta monotonía”, deseó. Lo giró para contemplar
el lomo y descubrió el título entre letras agrietadas por los años. «El romance
olvidado de Joanna Rivers». “Qué título más malo”, pensó.
Frank
no soportaba las novelas de corte amoroso, y la sola idea de pasar su tiempo
descubriendo los secretos de alcoba de una jovencita le daba un terrible dolor
de cabeza. Con cierta decepción soltó el libro en el estante. Lo que él no
sabía entonces era que aquel libro hubiera dado un interesante giro a sus
apáticas tardes.”
Las
etiquetas, las malditas etiquetas. Tantas veces tenemos la necesidad de poner un
nombre para clasificar algo en un sitio en otro. ¿Por qué tenemos esa manía? Bajo
mi punto de vista, creo que lo hacemos para establecer preferencias con ellas.
“Es una novela de aventuras”, me parece interesante. “Es un ensayo”, menudo tostón. Con las
películas y las series nos pasa lo mismo. A algunos le brillan los ojos al
escuchar que el próximo estreno es una de terror, mientras a otros no los
llevas ni a rastras si escuchan la palabra musical. Para gustos los colores,
dicen. Lo que ocurre es que, a veces, las preferencias no son más que
prejuicios vestidos con piel de cordero. Parece que estamos llenos de ellas, yo
el primero (NO me lleves a ver una película romántica, NUNCA).
Precisamente,
son estos prejuicios los que me han hecho siempre tan difícil lograr convencer
a mis amigos para dar una oportunidad a esta gran serie que aquí os presento:
Firefly.
Y
es que cuando te preguntan, ¿y de qué va? (la inevitable etiqueta), empiezan
los sudores fríos y, por mucho que estruje la cabeza, lo único me sale decirles
es esto: Es un western espacial. Y salen
corriendo. Algunos literalmente, la mayoría, simplemente, ponen cara de asco y
pasan a hablar de Perdidos, Breaking Bad o Juego de Tronos, productos para
gente “normal”. Pues yo les digo: os estáis perdiendo un “jodidamente bueno”
western espacial.
Asaltando "el tren del dinero" |
Y es que Firefly te hace reír, es entretenida y bien escrita. Tiene aventuras y tiene intriga No os voy a engañar, no es una serie que pueda luchar con las mejores de la historia. Tampoco lo pretende. Es como querer comparar “Casablanca” con “Regreso al futuro”. La primera es buenísima, pero no me negaréis que, con la segunda, no os podéis aburrir ni aunque lo intentéis.
Y
además, aquí sale Nathan Fillion (Castle), y ese tío mola.
Desde
aquí quiero intentar que os quitéis los prejuicios y deis una oportunidad a una
de las obras más divertidas y originales que ha dado la pequeña pantalla en los
últimos años. ¿Me acompañáis a bordo de la Serenity?
En el futuro las armas siguen siendo intstumentos de negociación |
Joss Whedon, el titiritero tras la nave.
Antes
de hablaros de la serie en sí, me parece importante destacar quien manejó los
hilos de esta corta serie. Ahora que parece que caga oro (como Tywin
Lannister), casi todo el mundo conoce y adora a Joss Whedon. Este hombre ha conseguido hacerse un rey Midas
con los Vengadores de Marvel. A estos
superhéroses les ha impreso parte de su
sello personal, dotando a Iron Man y cia de sus típicos diálogos socarrones y mostrando
cierto apego por los personajes que no habíamos visto en otras películas del
género, films de Nolan aparte. Si bien está epopeya comiquera ya es uno de los
mayores éxitos de la industria reciente, cabe decir, que el Whedon que vemos en
el universo Marvel, no deja de ser un guionista bastante más encorsetado de lo
que vimos en televisión. Porque este tío se curtió en la tele (antes de que la
caja tonta fuera cosa de intelectuales y gente de refinado gusto). Y aunque ahora maneje mucho más dinero eso le
supone tener que seguir muchas más reglas. Las típicas chorradas de la
conservadora industria cinematográfica norteamericana .
Joss abordo de su nave |
Es
quizá por ello que lo mejor que hemos visto de Joss se encuentre en televisión
(y en el guión de Toy Story). Su gran éxito en la pequeña pantalla fue Buffy
Cazavampiros (Buffy, the vampire Slayer, 1997), una serie que, como Firefly,
siempre tuvo que soportar el peso de las etiquetas a la hora de verse
reconocida. Aún así, a día de hoy, varios de sus capítulos están considerados
por la crítica especializada como referentes, al menos en cuanto a sus guiones.
Porque si Joss Whedon siempre ha destacado en algo, ha sido en la construcción
de personajes y en sus brillantes diálogos.
Si
bien personalmente he sido seguidor de Buffy (lo que me ha costado muchas
discusiones con prejuiciosos), he de reconocer que la obra cumbre de Whedon es,
posiblemente, este Firefly que nos ocupa. Con ella, el chico friki de los
cómics, dio un do de pecho y nos ofreció trece pequeñas joyas en forma de
capítulos y una película que sirvió de canto de cisne para la historia. Es
probable que si la compañía Fox no la hubiera puteado como lo hizo, a día de
hoy estaríamos hablando de un clásico catódico en toda regla.
La historia de la
Serenity
Es
el año 2517 y los seres humanos se han mudado a otro sistema solar. La alianza
controla que todo siga en orden, aunque realmente solo parecen interesados en
los planetas ricos centrales (¿os suena?), ya que en los mundos exteriores todo
se resuelve por la ley del revolver y de la picaresca.
Firefly
nos cuenta la historia de la tripulación de la Serenity, una nave con forma de
caballo (nada casual), que recorre el espacio haciendo contrabando, mientras
tiene que enfrentarse a diferentes riesgos, que van desde huir de la alianza
hasta lidiar con un rebaño de vacas que no quieren entrar a la nave. Con
personalidades a cada cual más extravagante, se ven envueltos en bastantes
enredos y entuertos a cada cual más disparatado, cuándo lo único que
le gustaría a Mal, su capitán, es pasar lo más desapercibidos posible.
Esto
será aún más complicado cuando acojan como transporte a un extraño reverendo y
a un par de hermanos con bastantes cosas que ocultar.
A
partir de ahí todo es un carrusel lleno de diversión, pero también de intriga y
tensión, en el que la tripulación tendrá que aprender a convivir entre ellos y
superar sus suspicacias de cara a poder llevar a cabo el siguiente trabajo.
Carruajes,
revólveres y bailes de época. Toques de música country, despiadados sheriffs y
sucias tabernas. Muchos tacos (que son en chino) y alcohol. Todo nos recuerda
al salvaje oeste. Aunque claro, para ir de un lugar a otro, se hace necesario
levar anclas y volar.
La tripulación
-
Malcolm “Mal” Reynolds
Mal
es el capitán de la nave de cargo Serenity. Un tipo malhablado y caradura, que
recuerda muchísimo al Han Solo de “Star Wars”.
Carismático como pocos (muchos mataríamos por parecernos a él), este antiguo
soldado rebelde en la guerra contra la alianza, aún guarda ciertos sentimientos
revolucionarios, hundidos eso sí, bajo capas y capas de pragmatismo.
Sereno
y de lengua ingeniosa, es capaz de todo con tal de proteger a su tripulación, especialmente a
Innara, la prostituta de la nave, por la cual, según él, no siente nada
especial. Sí, claro Mal...
Interpretado
por Nathan Fillion, actor conocido por la serie Castle, éste llegó a decir que Malcolm
Reynolds es y será el mejor papel que ha interpretado. No en vano, muchos de los mejores diálogos de la serie salen de su
boca. Y eso en una serie de Whedon es todo un caramelo.
-
Zoë Alleyne
Lugarteniente
de Mal durante la guerra, al acabar ésta se une a él como fiel escudera. De cabeza
fría, es la segunda al mando de la nave y una especialista en cualquier tipo de
armamento. A pesar de su temperamento ,
no cuestiona las ordenes del capitán en el que confía ciegamente. Sólo una vez
se saltó esa regla: para contraer matrimonio con Wash, el piloto, algo que Mal
no veía con buenos ojos. Pero es que a pesar de la lealtad, Joss Whedon no
escribe personajes femeninos débiles, y si hay que poner a todos en su
sitio, Zoë no va a dudarlo.
-
Innara Serra
Innara
es la meretriz de la nave. Porque en este futuro que nos presenta Firefly, cada
nave que se precie tiene que tener como embajadora a una “experta en artes
amatorias”. Sin ella, resultaría imposible aterrizar en muchos de los planetas
que componen el sistema. Por ello, Innara resulta una pieza muy valiosa para la
tripulación, lo que no quita que a Mal se le revuelvan las tripas cuando ella
tiene que desplazarse para una “negociación”.
Innara
es obviamente una belleza. Pero eso sólo es la superficie. Tremendamente
inteligente, tiende a jugarse la reputación e incluso el cuello con tal de
que sus compañeros no salgan heridos.
-
Hoban "Wash" Washburne
El
piloto de la nave. Un niño en un cuerpo de adulto, al que le encanta jugar con
muñecos, vestir camisetas hawayanas y hacer volar a la Serenity. Lo
único que le gusta más que la nave es su mujer Zoë, aunque ésta le haga muchas
veces sentir que antepone a su capitán a su propio marido. Aunque al final
siempre se le pasa. Es lo que tienen los niños.
- Jayne Cobb
- Jayne Cobb
Jayne
es el mercenario de la nave. Un matón con un amor sin límites por las armas y
por el dinero. De hecho, vendería a cualquiera de la tripulación por un puñado
de monedas. A veces parece que tiene algún sentimiento, aunque continuamente se
empeña en demostrar lo contrario. Dueño de muchísimos momentos cómicos, es el
personaje central del que, posiblemente, es el episodio más divertido de la
serie (Jaynestown).
-
Kaywinnit "Kaylee" Frye
Kaylee
es la mecánica de la Serenity. Prácticamente una adolescente, pone ese punto
dulce en contraste con el resto. Enfundada casi siempre en su mono de trabajo,
a veces le gustaría sentirse más femenina como Innara, sobre todo tras la
entrada en la nave de Simon Tam. Eso sí,
no todo es blandito en Kaylee. Aventurera como pocas, se apunta a cualquier
misión viéndose envuelta en innumerables peligros.
-
Simon y River Tam
Los
hermanos Tam son dos tripulantes que ingresan en la Serenity en el capítulo
piloto. Él es un joven cirujano con gran reputación, que, de golpe, abandona
todo para huir de la Alianza con su hermana. Ésta es todo un misterio. En un
permanente estado catatónico y al borde de la locura, pronto se desvela como un personaje con un gran
secreto y una fuerza descomunal, la cual podría ser clave para el devenir del universo. De nuevo, Whedon le da el poder a las chicas
El
reverendo, es otro de los tripulantes que acoje la Serenity. Reservado y
racional, empezará a cuestionarse muchas de sus creencias al convivir con los
“ladrones” que componen la tripulación. Por si fuera poco, el pastor también
guarda un pasado misterioso con la Alianza.
Y si es tan buena,
¿cómo es que fue cancelada?
¿Os
imagináis Perdidos sin el episodio piloto, el del accidente? ¿O el de Breaking
Bad en el que vemos a Walter White convertido en un aburrido profesor de
instituto? Por supuesto que no. Pues algo así fue lo que le ocurrió a Joss
Whedon con Firefly. La cadena Fox consideró que el piloto rodado era demasiado
largo y oscuro, así que, ni corta ni perezosa, empezó la serie desde el
capítulo dos (The train job). Con lo que cualquiera que quiso acercarse a la
serie, se encontró que en la Serenity había tres tripulantes, los hermanos Tam
y el reverendo, que se suponían no eran de la tripulación inicial, pero no
tenían ni pajolera idea como habían llegado allí, y, lo más importante, por qué
River era un cargamento tan peligroso.
La
descabellada programación de la cadena acabó
prematuramente con la vida de la creación a la que Whedon tenía más cariño.
Pero, como en las mejores historias, quedaba un giro de guión de lo más
inesperado. Resultó que, en su poco tiempo en antena, la serie había
encandilado de sobremanera a bastantes seguidores, los cuales se hacían llamar
Browncoats (chaquetas marrones), en honor al traje del ejército revolucionario
que en la serie llevan tanto Mal como Zoë. Estos aficionados no fueron
suficientes en términos de audiencia para la televisión, pero resultó que si
eran una barbaridad para la venta de DVD’s de la serie (ahora sí con todos los
capítulos y en el orden correcto), por lo que Firefly se convirtió en su
momento en la serie más vendida de la historia para el mercado doméstico. Este fenómeno,
económico y a nivel de fans, no pasó inadvertido para los amantes de los
dólares, por lo que Universal Pictures dio luz verde a la película que todos
los seguidores estaban deseando. Sólo dos años después de que la serie fuera
cancelada, se estrenaba “Serenity”, el debut en el largometraje de Joss
Whedon, y la continuación de las
aventuras de Mal y su tripulación, dándoles un cierre a la altura de lo que
merecían.
Vale, la quiero ver
¿Cómo lo hago?
Una
historia con la mezcla perfecta de humor y drama . Unas veces ligera y otras
oscura. Quien sabe, a lo mejor es la serie que estabas buscando, pero ¿cómo
verla si no la han echado en ninguna cadena?
River al enterarse que la serie no va a España |
Así
que, o bien la compráis de importación (aquí o aquí) o se la pedís a alguien
que ya la tenga. Casi mejor esta opción, porque depende de la versión traen subtitulos o no. Desde aquí no puedo recomendarte conseguirla de otra manera,
por mucho que en este caso que no está editada en España, me parezca que está
completamente justificado. La película, eso sí, es mucho más fácil de conseguir, aunque conviene verla después de la serie.
“No me puedes quitar
el cielo”
Frank
dejó que sus prejuicios le apartaran del libro de Joanna, el cual hubiera
alegrado, al menos un poco, sus aburridas tardes. Así que yo os animo a que
dejéis vuestros prejuicios y le deis una oportunidad a esta serie. No os
cambiará la vida (si Breaking Bad no lo ha hecho, ninguna lo hará), pero os
aseguro que pasaréis 15 horas de lo más entretenido, que es de lo que se trata,
¿no?
“You
can’t take the sky from me”
La intro de la serie, con su delicioso sonido country (y letras en círilico, pues no encontré otro video).
No confiaba en que me gustase demasiado y ha resultado ser una de las series con las que mas he disfrutado, sin duda de mis favoritas...muy buena review!!
ResponderEliminarGracias, Ale!. Estoy super enganchada! Ávida por ver un capítulo tras otro, aunque no quiero que se acaben :( Alicia
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